01 julio 2013

Respuesta a de Cisnes y Gobernados

Este post es una respuesta al artículo publicado en Connexis, "De cisnes y gobernados":

En mi humilde forma de ver y tomando en cuenta mi escasa formación en ciencias sociales o políticas, me parece que los recientes eventos en el país son, reacciones lógicas de un pueblo que nota que sus propias decisiones (llevar a quien sea al poder político) han sido erradas.

El actual gobierno ha sido un derroche de malos manejos, pésima administración, corrupción, y verdaderas metidas de pata de la cabeza del gobierno cada vez que se expone a los medios. Un desfile de errores ante el pueblo que los puso a gobernar. Estamos, me incluyo aunque no voté por los que están actualmente gobernando, hartos que nos den excusas en vez de resultados.

Siempre estamos 30 años atrasados, siempre fue culpa de gobiernos anteriores, siempre necesitamos más impuestos… ¿Para qué? ¿Para que los continúen administrando como hasta ahora?

No creo que una parte significativa de los manifestantes, personales o virtuales, desee cambiar substancialmente de modelo de gobierno, aunque sí creo que desean el poder de elegir directamente a todos sus representantes, e incluso el poder de substituirlos si no cumplen eficientemente con su trabajo, sí creo que deseen ver las cuentas claras de quienes nos gobiernan, sí creo que desean que los que cometen errores de administración paguen por esos errores. No creo que deseen ver protegidos por el gobierno a quienes deberían irse, a los que deberían enfrentar procesos legales por sus “errores”, eso no lo creo.

Ceo que desean que los mismos de siempre, que los que hoy son ministros, mañana diputados, y pasado mañana presidente ejecutivos de instituciones públicas, o alcaldes ayer y hoy precandidatos presidenciales, ya dejen las ubres de la patria, que con sus 30 años de atraso, con sus gobiernos anteriores, nos tienen secos, cansados, molestos.

¿Y que puede hacer el pueblo? ¿Qué le queda a la masa de indignados? Manifestarse, ¿Cómo? Usando lo que tenga más a mano. Usando el choteo característico del compatriota, usando la enorme penetración de los medios digitales, de las redes sociales. Esos medios que igual han convocado manifestaciones en el Cairo, como en Wall Street, como en la rotonda de la Hispanidad. Esos que hoy usan los jóvenes para decir las verdades desde sus particulares puntos de vista. Esos que algunos gobiernos teocráticos o totalitarios, censuran por ver amenazada su estabilidad. Es lo que hay a mano, es lo que queda.

Y caminar, y bloquear, y pedir que los escuchen, ¿Con que otros medios de presión podrían hacerse notar por un gobierno que desconoce el porqué del descontento popular?

Creo que el desencanto por la política es una realidad establecida en nuestro país, a una gran mayoría no les interesa quién venga a continuación, será uno de los mismos de siempre, vendrá a hacer lo mismo que han hecho los últimos gobiernos, sí, esos de los 30 años de atrasos…

Entonces ¿Para qué molestarse? ¿Para qué gastar nuestro tiempo leyendo planes de gobierno? ¿Para qué procurar conocer a quienes nos representarán en el legislativo? No tiene sentido si son los mismos, si nunca hacen lo que prometen, si llegan a subirse el sueldo y obstaculizase entre sí, procurando posiciones privilegiadas a fuerza de alianzas que traicionan sus propias ideológicas partidarias. Es un absurdo baladí.

Pero no lo es. Los que saben dicen frases famosas como que “Cada Pueblo Tiene el Gobierno que Merece”. Nos merecemos estos gobiernos, simple y plano. Somos rebaños mansos de corderitos, nuestra propia historia parece condenarnos: salvo algunos incidentes, recientemente no nos ha tocado luchar por lo que queremos, por nuestros derechos, por nuestra dignidad. No nos ha hecho falta, la hemos tenido muy fácil y nos hemos vuelto maleables, manipulables, sosos, flojos…

Si continuamos de esta manera, sería como esperar resultados diferentes repitiendo las mismas acciones: Elecciones, alto abstencionismo, nuevo gobierno, mal gobierno, protestas, elecciones, alto abstencionismo….

Debemos involucrarnos, sacar a los mismos de siempre, no darnos por vencidos al abstenernos de sufragar. Conocer, cambiar, usar el sentido común, trabajar por nuestro cisne negro, por una patria mejor.

¡Podemos hacerlo! dejar los colores de nuestros abuelos; ya cumplieron su ciclo y ahora degeneran en aberraciones que no tienen nada que ver con las viejas glorias que lograron. Necesitamos hacerlo o condenarnos a nosotros mismos, al fin de cuentas estamos cansados de nuestras propias decisiones, somos nosotros quienes los ponemos en el poder.

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